Revista Internacional de Salud Materno Fetal

Online version ISSN 2519-9994
Rev Int Salud Matern Fetal. 2020 dic; 5(4).



https://doi.org/10.47784/rismf.2020.5.4.95


ARTÍCULO ORIGINAL


Sexting en adolescentes y adultos de Lima metropolitana durante la pandemia COVID-19


Emilio Vega-Gonzales 1
ORCID:  0000-0003-2753-0709 

Anghy Elizabeth Timoteo-Sánchez 2
ORCID:  0000-0002-5320-7764 

Karla Briguitte Diaz-Gonzales 3
ORCID:  0000-0001-6123-3156 

1. Universidad César Vallejo, Escuela de Postgrado, Lima, Perú.
2. Universidad San Martín de Porres, Escuela de Postgrado, Lima, Perú.
3. Universidad Privada del Norte, Escuela de Obstetricia, Lima, Perú.



RESUMEN

Objetivo: Comparar la proporción del sexting en una población de adolescentes y adultos de Lima Metropolitana según su sexo, y describir la percepción que tienen acerca de cómo ha afectado su frecuencia durante la pandemia por COVID-19. Material y método: Estudio descriptivo comparativo de corte transversal, con una muestra formada por 175 adolescentes y adultos de 18 a 30 años seguidores de una página de Facebook de una universidad de Lima Metropolitana (Perú). El instrumento fue un cuestionario virtual de 16 ítems, aplicado durante el periodo de aislamiento social por la pandemia por COVID-19. Resultados: La práctica del sexting consentido con más de 10 envíos es más frecuente en varones (14,7 a 25,3%)que en mujeres (6,05 a 13,0%), con una diferencia significativa para el caso de envío de imágenes o videos (p=0,026) y de mensajes escritos (p=0,033). En el caso del sexting forzado, si bien en varones se reporta una mayor proporción general, hubo una mayor frecuencia de mujeres que reportaron haber realizado esta práctica más de diez veces, aunque sin diferencia significativa (p>0,05). El confinamiento producido por el COVID-19 no produjo una percepción de variación significativa para la práctica del sexting. Conclusiones: El sexting es una práctica más frecuente entre los varones cuando se trata de la modalidad consentida, pero entre las mujeres es más frecuente la modalidad forzada. No existe diferencia significativa en la percepción de variación de esta práctica cómo resultado del confinamiento social.

Palabras clave: COVID-19, Pandemias, Sexualidad (Fuente: DeCS, BIREME)




ABSTRACT

Objective: Compare the proportion of sexting in a population of adolescents and adults in Metropolitan Lima according to their sex, and describe their perception of how its frequency has affected during the COVID-19 pandemic. Material and methods: Cross-sectional comparative descriptive study, with a sample made up of 175 adolescents and adults between 18 and 30 years of age who follow a Facebook page of a university in Metropolitan Lima (Peru). The instrument was a 16-item virtual questionnaire, applied during the period of social isolation due to the COVID-19 pandemic. Results: The practice of consensual sexting with more than 10 submissions is more frequent in men (14.7 to 25.3%) than in women (6.05 to 13.0%), with a significant difference in the case of sending images or videos (p=0.026) and written messages (p=0.033). In the case of forced sexting, although a higher general proportion is reported in men, there was a higher frequency of women who reported having performed this practice more than ten times, although without significant difference (p>0.05). The confinement produced by COVID-19 did not produce a perception of significant variation for the practice of sexting. Conclusions: Sexting is a more frequent practice among men when it comes to the consensual modality, but the forced modality is more frequent among women. There is no significant difference in the perception of variation in this practice as a result of social confinement.

Keywords: COVID-19, Pandemics, Sexuality (Source: MeSH, NLM)




INTRODUCCIÓN

La característica principal de un adolescente es la necesidad de acoplarse a los demás grupos de pares con el deseo de ser aceptado, lo que no los excluye de diferentes riesgos que este implique; incluyendo actitudes sexuales. Si a esto se suma la globalización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que modifican radicalmente las conductas de este grupo se puede entender el porqué las redes sociales han tomado gran poder en estos últimos tiempos (1).

Dentro de los nuevos problemas que acarrea esta situación destacan las amenazas de la privacidad, como el fenómeno conocido como “sexting”, el cual se define como la acción de enviar y recepcionar imágenes con contenido sexual a través de las diferentes plataformas sociales con o sin autorización del remitente (2). Sin embargo, se considera también al sexting como el cambio de mensajes en ciertas conversaciones privadas, almacenadas en las mensajerías internas de las plataformas de las redes sociales, con contenido sexual explícito o implícito, con imagen, audio o texto creado por el autor, donde se muestra partes de su cuerpo desnudo o semidesnudo (3). Así mismo se debe mencionar que se puede hablar de sexting activo cuando se envía o reenvía el contenido sexual, y sexting pasivo cuando se recepciona directamente los mensajes con contenido sexual del creador o recepción de reenvíos por terceras personas (4).

La comunicación con fines sexuales se ha convertido en un acto común, registrando un mayor porcentaje de hombres que envían (15.8%) y reciben material sexual (40.5%) a través de sus teléfonos celulares, a comparación de las mujeres, con 13.6% y 30.6%, respectivamente (5). Entre los temas más comunes que contienen los mensajes sexuales o texts, destacan el sexo anal, sexo oral, sexo sin protección y las relaciones sexuales recientes. (6) Entre los factores que incentivan su práctica se encuentran la influencia de los pares, quienes pueden hacer más popular y aceptado el sexting entre los adolescentes (7), el consumo de alcohol o productos nocivos, encontrarse aburrido, sentir la necesidad de mantener relaciones sexuales o el asistir a fiestas en donde se incentive el sexo (8), y la influencia de los padres (9).

En relación a la frecuencia del sexting en Latinoamérica, se ha reportado en Ecuador que alrededor del 20% de adolescentes practica el sexting pasivo, en comparación con el 10% promedio que practica el sexting activo, siendo más común en aquellos que atraviesan por una relación romántica (10); mientras que en el Perú, el sexting es más frecuente entre los adolescentes varones con 35,7%, en comparación con el 13,2% de las mujeres (9).

Este fenómeno no solo involucra a los adolescentes sino también a los adultos, evidenciándose que aquellos adolescentes que practican este tipo de comunicaciones sexuales suelen aumentar su práctica al llegar a una edad adulta (11). Así mismo, se ha hallado diferentes consecuencias que afectan al adulto joven. El sexting forzado, que consiste en recibir mensajes sexuales no deseados o enviar mensajes sexuales bajo presión y exigencia de otra persona, se ha relacionado estrechamente con padecimientos como: depresión, ansiedad, estrés y baja autoestima, así como angustia psicológica (12). En relación a la opinión de los padres de familia, muchos ven la práctica del sexting como algo propio de los avances tecnológicos, su curiosidad en temas de sexualidad y la moda juvenil, considerando como problema principal la posibilidad de que las imágenes o videos compartidos sean difundidos y no tanto el hecho de que lo hagan (13).

El contexto de la pandemia por COVID-19 ha afectado el comportamiento sexual de la población, como resultado de la realización de trabajo dentro del hogar, el distanciamiento social, la presencia continua de niños en el hogar, el temor al contagio y la imposibilidad de reunirse de forma física con otras personas (14). Una evidencia de este cambio es el incremento en el tráfico global de páginas con contenido pornográfico, como Pornhub, entre la última semana de febrero y la primera mitad de marzo del año 2020 (15). Por otro lado, la disminución en la expresión de la sexualidad como producto de la pandemia COVID-19 no representa su ausencia, y por ello, la necesidad de experiencias sexuales ha favorecido el aumento en la práctica del sexting en aquella parte de la población que es independiente y ve en esta alternativa una forma de satisfacer sus deseos (16); pero también puede verse disminuida en aquellas personas que viven con sus padres y les es muy difícil llevarla a cabo. Es por ello que el objetivo del estudio es comparar la proporción del sexting en una población de adolescentes y jóvenes de Lima Metropolitana según su sexo, y describir la percepción que tienen acerca de cómo ha afectado su frecuencia durante la pandemia por COVID-19.

MATERIAL Y MÉTODOS

DISEÑO, POBLACIÓN Y MUESTRA

El estudio tuvo un diseño observacional de nivel descriptivo comparativo, y corte transversal. La población estuvo formada por los seguidores de una página de Facebook oficial de una universidad privada de Lima, Perú, que constituyen un total de 750 personas adolescentes y jóvenes mayores de edad (18 a 30 años). Los criterios de inclusión considerados fueron: ser adolescentes y adultos de 18 a 30 años, ser un seguidor de la página de Facebook considerada en el estudio, y haber aceptado voluntariamente participar en el mismo. Fueron excluidos aquellos participantes cuyas respuestas estaban incompletas.

La selección de participantes fue realizada mediante un muestreo por conveniencia. La invitación fue realizada a todos los miembros del grupo que cumplían con los criterios establecidos, de los cuales sólo contestaron 180 participantes, excluyéndose a cinco de ellos por tener respuestas incompletas en sus cuestionarios, obteniendo así un tamaño final de muestra de 175.

VARIABLES

Las variables principales fueron la frecuencia de sexting y percepción respecto a su variación. La frecuencia fue evaluada mediante un autoreporte de práctica de sexting consentido y forzado, evaluado de forma politómica mediante las respuestas “Nunca”, “1-3 veces”, “4-10 veces” y “>10 veces”. Por otro lado, la percepción fue evaluada mediante tres respuestas predefinidas: “Aumentó”, “Se mantiene” o “Disminuyó”.

Finalmente, el estudio consideró como variable de comparación al sexo del participante (Hombre o Mujer), aunque también fueron evaluadas variables intervinientes como las características generales de los participantes: edad, nivel educativo y ocupación.

TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS

La técnica de recolección de datos fue una encuesta, y el instrumento fue un cuestionario virtual de 16 ítems, adaptación del cuestionario de Sexting elaborado por Gámez y col. (17). Dicho instrumento fue sometido a un juicio de expertos. en el cual participaron tres obstetras con grado de maestría, para determinar su validez de contenido y luego, tras una prueba piloto en la que participaron 20 jóvenes universitarios, se determinó su confiabilidad mediante la prueba de Alfa de Cronbach, obteniéndose un valor de 0,729. El cuestionario está dividido en tres secciones: a) características generales con 4 ítems: edad, sexo, grado de instrucción y ocupación, b) preguntas sobre la práctica de sexting, con 3 ítems de sexting consentido y 3 ítems de sexting forzado; y, c) preguntas sobre percepción de la variación en la práctica del sexting por la pandemia COVID-19, con 6 ítems. Para la distribución de las encuestas virtuales se empleó la plataforma gratuita de Formularios Google. Dichas encuestas fueron contestadas entre los meses de abril y junio del año 2020, durante el periodo más álgido de aislamiento social establecido como medida para evitar la propagación de la pandemia por COVID-19.

ANÁLISIS ESTADÍSTICO

Los datos recolectados en los formularios de Google fueron descargados como una matriz de Excel y luego trasladados a una matriz del Paquete Estadístico SPSS versión 25. La presentación de resultados se realizó a través de tablas de frecuencias absolutas y relativas para los datos generales, y tablas de cruzadas para el tipo de sexting según el sexo del participante. La prueba estadística para determinar la existencia de diferencia significativa entre las proporciones encontradas fue el Chi cuadrado, con un nivel de significancia de 0,05.

CONSIDERACIONES ÉTICAS

El presente estudio fue realizado de manera independiente por los autores . A todos los participantes se les brindó la información necesaria acerca de la investigación, aceptando contestar la encuesta previa aceptación del consentimiento informado, el cual fue compartido también de manera virtual. En todo momento se preservó el anonimato de los participantes, y la información recolectada sólo se empleó para los fines de la investigación.

RESULTADOS

De acuerdo con la Tabla 1, la mayoría de los participantes pertenecía al sexo femenino (57,1%), tenía una edad entre 21 y 25 años (44,0%), con estudios universitarios (70,9%) y se dedicaba sólo a estudiar (70,9%).

Tabla 1. Características generales de los participantes del estudio

De acuerdo con la Tabla 2, en ambos sexos existen proporciones similares de sexting consentido. Entre los participantes que manifestaron haber tenido este tipo de sexting, se observa que los casos que realizaron esta práctica un mayor número de veces (>10) son en su mayoría varones, con frecuencias entre 14,7 y 25,3%, en comparación con las mujeres, quienes tuvieron una frecuencia entre 6,05 y 13,0%. La prueba de chi cuadrado evidenció una diferencia significativa entre ambos sexos para el caso de envío de imágenes o videos (p=0,026) y el envío de información o mensajes escritos (p=0,033).

Tabla 2. Frecuencia de sexting durante la pandemia

Una situación opuesta se observa en las respuestas a las preguntas sobre sexting forzado, donde los casos que se vieron obligados a realizar esta práctica un mayor número de veces (>10) son en su mayoría mujeres, con frecuencia entre 1,0% y 3,0% en comparación con los varones, quienes tuvieron una frecuencia entre 0,0% y 1,3%. La prueba de chi cuadrado no evidenció una diferencia significativa entre ambos sexos al comparar los tres ítems correspondientes al sexting forzado. (Tabla 2)

En la Tabla 3 se observa que la percepción de cómo ha variado la práctica del sexting como resultado del aislamiento social ante la pandemia, la mayoría de los participantes refiere mantener la frecuencia de la misma, con porcentajes que varían entre 65,7% y 75,4%. Dentro del grupo de personas que manifestó haber percibido variación, la mayoría expresa una disminución de esta práctica. En el caso del sexting consentido, las mujeres percibieron una disminución con frecuencias que varían entre 24,05 y 28,0%, en comparación con los varones, quienes alcanzaron frecuencias entre 12,0% y 13,3%; sin embargo, no se halló una diferencia estadísticamente significativa (p>0,05). En el caso del sexting forzado, se aprecia una mayor frecuencia de mujeres que manifiesta haber disminuido esta práctica, con porcentajes entre 20,0% y 23,0%, en comparación con los varones, quienes alcanzaron frecuencias entre 13,3% y 20,0%. Dentro de los participantes que manifestaron haber aumentado la práctica del sexting forzado, se destaca una mayor frecuencia de varones que envían fotos (10,7%) en comparación con las mujeres (5,0%); mientras que, para el envío de imágenes o videos e información o mensajes escritos, las mujeres incrementaron dichas prácticas en 6,0% y 5,0%. respectivamente, en comparación con los varones, quienes aumentaron sólo en 2,7% y 2,7%, respectivamente. La prueba de chi cuadrado evidenció no reportó tampoco una diferencia significativa entre ambos sexos para el caso del sexting forzado.

Tabla 3. Percepción de la variación del sexting durante la pandemia

DISCUSIÓN

La comparación de la proporción de sexting consentido según su sexo muestra que los varones tienden a realizar más esta práctica. Un resultado similar fue reportado por Yeung y col. (18) entre adolescentes y jóvenes australianos, con un 48% para los hombres y 36% para las mujeres, quienes consideraban la práctica del sexting como algo normal dentro de una relación de pareja, siempre y cuando exista consentimiento de ambas partes. De manera similar, Lim y col. (19) también encontraron una actitud más permisiva hacia el sexting entre los jóvenes de sexo masculino, que consumen alcohol y tienen menor nivel de conocimiento sobre salud sexual. Esta actitud permisiva incluye el hecho de compartir fotos o videos obtenidos con el sexting sin consentimiento de la persona, aunque este riesgo disminuye ligeramente cuando se trata de su pareja sentimental. Sin embargo, Ojeda et al. (20) en España, hallaron que el género no se comporta como un predictor para el caso de envío de imágenes, y que la recepción o reenvío de imágenes representa la práctica más común de sexting entre los adolescentes.

La proporción del sexting forzado en el presente estudio se encuentra alrededor del 10% y es muy similar al reportado por Madigan y col. (21), quienes encontraron en una revisión sistemática una frecuencia promedio de sexting sin consentimiento del 12% entre adolescentes. De acuerdo con dicho estudio existe una tendencia al aumento de esta práctica a medida que avanza la edad, la cual puede conllevar un impacto emocional a largo plazo especialmente entre las mujeres, cuando las imágenes o videos compartidos son difundidos a personas desconocidas sin su consentimiento (22).

Al comparar la práctica de sexting forzado entre hombres y mujeres se encontró una proporción mayor entre los varones, aunque los episodios más frecuentes fueron reportados entre las mujeres, lo cual puede estar vinculado con actividades de chantaje o acoso. Aspectos relacionados con este hallazgo serían la mayor presión de las parejas sentimentales masculinas en comparación con las femeninas, así como una mayor aceptación de esta práctica en los adolescentes y jóvenes (23). Un estudio realizado en el Cusco por West y col. (9), también encontró resultados similares, y además reportaron que las niñas sometidas a acoso constante tienen mayor probabilidad de realizar esta práctica. Otro resultado interesante de dicho estudio es la asociación existente entre la conducta violenta de los varones y la práctica del sexting, lo cual puede ser compatible con el prototipo de conducta machista.

La percepción sobre la forma en que la pandemia afectó la práctica del sexting evidencia una diferencia no significativa entre ambos sexos. La mayoría refiere no haber variado la frecuencia con que realizan el sexting, y del grupo que manifestó haber tenido variación, la mayoría expresó que esta había disminuido. Entre las circunstancias que pueden explicar este descenso está la convivencia forzada de los estudiantes con la familia, que no les permite tener privacidad para el envío de imágenes o videos con contenido erótico. También debe considerarse las fechas en la que contestaron el cuestionario, puesto que Subía y col. (16) reportaron un mayor aumento en la respuesta sexual de las parejas en las primeras dos semanas del confinamiento, para posteriormente sufrir un descenso marcado, al punto que muchas parejas cesaban totalmente su actividad sexual.

La principal limitación del estudio se encuentra en las características de la muestra, debido a la dificultad para aplicar las encuestas de manera presencial. Si bien las encuestas virtuales constituyen una alternativa apropiada, no es posible garantizar la selección aleatoria de los individuos, con lo cual no es posible inferir los resultados; sin embargo, es valioso tener una primera aproximación a este fenómeno en nuestro país. Además, es posible que algunos seguidores de la página de Facebook no hayan proporcionado datos reales en torno a su edad.

Se recomienda en futuros estudios sobre este tema establecer comparaciones en base a la orientación sexual de los participantes, su edad, o la existencia de una relación estable; para así comprender mejor la naturaleza del sexting entre los adolescentes y jóvenes.

Se concluye que la proporción del sexting es mayor entre los varones tanto para la modalidad consentida como para la forzada, con diferencia significativa sólo para el envío consentido de imágenes y mensajes de contenido sexual. Sin embargo, entre las mujeres es mayor la modalidad forzada cuando se trata de episodios más frecuentes (>10 veces). La percepción de cómo el confinamiento social producido por la pandemia COVID-19 ha afectado la práctica del sexting ha sido variada, sin hallarse cambios significativos entre ambos sexos.



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Correspondencia: Emilio Vega-Gonzales (emilioswald@gmail.com)

Cita: Vega-Gonzales E, Timoteo-Sánchez A, Diaz-Gonzales K. Sexting en adolescentes y adultos de Lima metropolitana durante la pandemia COVID-19. Rev Int Salud Matern Fetal. 2019; 5(4). DOI: https://doi.org/10.47784/rismf.2020.5.4.95



Financiamiento Autofinanciado.

Conflictos de interés: El autor declara no presentar conflictos de interés.

Recibido: 16 Octubre 2020.

Aceptado: 29 Diciembre 2020.

Publicado: 30 Diciembre 2020.